¿Aún le das el pecho? ¿No es un poco mayor para tomar teta? ¿No piensas en dejar de darle la teta nunca? Estas y otras muchas preguntas del mismo estilo son a las que últimamente me tengo que enfrentar cuando sale el tema de la lactancia y reconozco públicamente que continúo dando el pecho a mi hija después de 14 meses. No es que me preocupe mucho lo que opine el resto del mundo, pero a veces ya cansa.
Pero toda la culpa es mía porque me paro a explicarles el porqué de mi decisión, incluso a veces entro en el juego llegando a excusarme, cosa que luego hace que me sienta mal conmigo misma y me digo: » Alba, eres tonta».
Sí, mi hija tiene 14 meses y le doy el pecho, ¿Y qué ? Se lo daré hasta que yo y sólo yo considere oportuno o si ella decide que ya no quiere más. El resto de opiniones, sugerencias y demás comentarios, están de más.
Desde aquí quiero hacer una reivindicación y apoyar a todas esas madres que como yo continúan dándole el pecho a sus hijos aún habiendo sobrepasado la edad recomendada (la OMS recomienda la lactancia hasta los dos años) y tienen que soportar opiniones, comentarios y críticas de alguna persona cercana, miradas de desaprobación al dar el pecho a tu hija «mayor» en público y cualquier otra circunstancia donde se sientan recriminadas por el simple y natural hecho de dar de comer a sus hijas. Lo estamos haciendo bien.
La edad recomendada y la edad socialmente aceptada es muy diferente, si tu bebé al cumplir los nueve o diez meses continúa tomando pecho ya no está tan bien visto por la sociedad.
Entidades mundialmente reconocidas, entre ellas la OMS; UNICEF, la Asociación Española de Pediatría (AEP), la American Academy of Pediatrics (AAP), establecen la lactancia materna como el único alimento hasta los 6 meses. A partir de esta edad se recomienda complementarla con otros alimentos hasta los 12-24 meses como mínimo. Pudiéndose prolongar en el tiempo lo que madre e hijo consideren. No se establece un límete superior para el cese de la lactancia materna.
No sé cuando voy a dejar de darle el pecho, quizás el mes que viene, o dentro de dos, o el año que viene. A estas alturas la verdad, aún no me lo he planteado porque si no lo dejé antes, cuando realmente me suponía un problema por el dolor que pasaba ahora que no tengo ninguna molestia tampoco me preocupa.
Hay días, mejor dicho noches, en las que estoy muy cansada, media griposa en las que no me hace ni pizca de gracia salir de la cama y me digo: «se acabó, ya no le voy a dar más» pero pronto se me pasa. Y pienso en todos los beneficios que nos está aportando tanto para ella como para mí.
Sobre la lactancia se oyen verdaderas barbaridades, creencias populares basadas en la ignorancia sobre el tema, que en muchos casos hacen que madres lactantes decidan dejar de amamantar a sus hijos. Por ello es muy importante estar informada, tener muy clara la decisión de continuar o cesar la lactancia y por su puesto, hacerlo porque tú realmente quieres y no por el qué dirán.
No quiero parecer con esto, una «talibana de la teta» ni mucho menos, si no todo lo contrario, creo que cada madre debe de tomar su propia decisión y el resto tiene que respetarlo, le guste o no.