En principio Emma no iba a ir al cole hasta el curso que viene, pero tuvimos que hacer unos cambios y pensamos que lo mejor era que empezase antes.
A primeros de noviembre, la pequeña monstruita empezó en la escuela infantil y antes de decantarnos por la escuela a la que va, visitamos algunas de la zona. Como es lo normal, tanto Papá con L como yo, analizamos con infrarrojos cada milímetro del cole (esto lo hacen todos los papás y mamás que estuvieron en la misma situación, fijo).
No vimos muchas. La tercera que visitamos nos encantó y además, teníamos buenas referencias de ella.
Nuestra aventura en la búsqueda de cole
La primera que vimos, esta muy cerca de casa, sin necesidad de coger el coche, tiene horario de mañana y tarde, cierra una semana en diciembre y la segunda quincena de agosto, las profes son todas tituladas, nos atendieron muy bien, el curriculum pedagógico me gustaba, de precio también bien.
Pero… Claro que había un pero, y ¡vaya pero!, desde mi punto de vista uno muy importante, tan importante, que la descartamos al momento: estaba sucia y olía a pañal y con pena, porque realmente nos gustaba a los dos salvo ese detalle tan importante, la descartamos.
La segunda escuela infantil (Papá con L ya no quería ir porque la directora nos dio plantón pese a tener cita con ella y tuvimos que volver más tarde) está más cerca que la primera de casa, podemos ir andando sin problema, estaba todo muy limpio y recogido, las profesoras estaban pendientes de los niños, tiene horario de mañana y tarde, y solo cierra domingos y festivos, dispone de zona exterior, y de precio un poco más cara, pero bien.
¿Cuál es el pero de esa? Pues había varios:
Primero: no había ningún curriculum pedagógico, de hecho la frase fue «bueno, de aquí salen sabiendo las vocales y los colores primarios» a lo cual yo pensé: señora, cómo que los colores primarios, qué pasa que mi hija no va a conocer el lila o el gris? Bueno, como comprenderéis me sale la vena educativa.
El segundo fue que nada más llegar nos dijo el precio sin explicarnos nada del funcionamiento de la escuela, a lo cual los dos pensamos: señora, pagar vamos a pagar, no se preocupe. Nos debió ver cara de morosos, no sé. Si es que…»la pela es la pela».
El tercero y que ya la descartó por completo es que para jugar en la zona exterior, que es un parque público, es que los niños cruzan solos desde la puerta ¡HORRORRRRR!!!!! Me explico: una profe se pone en la puerta de la escuela y la otra profe desde el parque le dice al niño,»Pepito, ven», vale que la calle es sin salida y hay muy poco tráfico, pero… No, no, no.
Y la última escuela es con la que nos quedamos. Está ubicada en una casa unifamiliar, repartida en varias plantas con ascensor, tiene unos grandes ventanales por donde entra la luz del sol y se puede ver toda la ría, tiene horario de mañana y tarde, solo cierra las festivos nacionales y los fines de semana, el horario es muy amplio, hay servicio de transporte propio, todo está limpio, preparan la comida en la propia escuela, las profes son tituladas y hay personal de apoyo, tiene una zona exterior propia, vallada y preparada para las diferentes edades con zona de juegos, invernadero y baño, aunque no nos enseñaron la programación curricular, sí nos enseñaron lo que hacían.
El pero: es más lejos, tenemos que ir en coche y hay caravana muchas veces.
Seguramente haya una escuela mucho mejor, con más servicios, mejor curriculum… pero a nosotros nos gustó ésta y es a la que va nuestra pequeña monstruita.
Algunos detalles a tener en cuenta para examinar el cole
En el trabajo que tenía antes era una de las encargadas de enseñar el centro y dar la información a las personas interesadas en los servicios que ofrecía, por eso al ir a conocer estas escuelas las miraba con ojos profesionales, preguntando cosas que una mamá con otra profesión no preguntaría. Es normal, cada uno sabe de los suyo, ¿no?.
En fin, no me enrollo más y os dejo algunos de los aspectos en los que yo me fijo a la hora de ir a visitar una escuela infantil.
- La limpieza: tiene que estar todo limpio durante todo el día, Y PUNTO!!!! No es normal que si los niños andan por el suelo jugando y haciendo actividades esté sucio. A la hora de la comida y a lo largo del día se mancha algo, pero si está sucio hay que limpiarlo.
- Horario: obviamente, tiene que adaptarse a mi horario y no yo al de ellos. No se si será en todas partes igual pero las escuelas infantiles de la Xunta (las famosas Galiña Azul) cierran por la tarde, además del mes de agosto (alguna privada también). Eso no me gusta nada, realmente así no hay manera de conciliar. NO!!!.
- Cocina: la comida de algunas escuelas infantiles es de catering. Por experiencia propia prefiero que la comida se prepare en la escuela, seré rara, ¡No sé! pero en los sitios que trabajé y había catering siempre había problemas: que si la comida está fría, que si hoy llega tarde, que si… Vale, dependerá de cada empresa. A mi me gusta que se haga diariamente en el cole y listo!!!
- Servicios: es interesante que la escuela ofrezca algunos servicios para hacernos la vida cómoda y fácil a las mamás, sería interesante que disponga de transporte, de servicio de canguros…
- Profesionales: en este tipo de centros las administraciones públicas legislan las titulaciones de cada puesto, si no fuera así, aseguraros que las personas que van a atender a vuestras hijas e hijos estén tituladas. Yo a este aspecto le doy muchísima importancia porque una persona formada y cualificada siempre va a realizar mejor sus tareas que una persona que no haya sido preparada para ello.
- Instalaciones: las instalaciones no tienen porque ser las más modernas o lujosas pero tienen que estar en buenas condiciones. Ya sabemos que no se puede renovar la equipación cada curso pero que el mobiliario esté cuidado es importante para mí.
- Información: me gusta que me mantengan informada de las cosas que van haciendo, de cómo va evolucionando y no sólo si comió, durmió o hizo caca.
- Sensación de tranquilidad: esto es un poco mío, yo tengo que tener esa sensación de tranquilidad al dejar a mi hija en esa escuela, tengo que confiar en que allí va a estar bien. Como digo yo, me tiene que transmitir buen rollo. Ya digo, es muy subjetivo.
Bueno, espero haberos ayudado en vuestra búsqueda, yo creo que nosotros hemos acertado, un indicador de que la pequeña monstruita está contenta es que le encanta ir y ni mira hacia atrás al dejarla.
Los primero días fueron duros, tenía una sensación como si la estuviera abandonando pero ahora veo que lo pasa genial y ya estoy bien.