Hace años se pensaba que era necesario preparar el pecho para la futura lactancia materna. Hoy en día esa práctica queda descartada. El pecho de una mujer está preparado biológicamente para tal fin, ya que es su única función. Durante la lactancia es suficiente con la higiene diaria habitual; una ducha o baño con los productos que normalmente utilicemos.
En cuanto el pezón, éste tampoco necesita una preparación previa. Una vez iniciada la lactancia no es necesario echarle ningún producto para lavarlo, ya que los tubérculos de Montgomery (glándulas de la areola) segregan una sustancia que los protege e hidrata.
En las primeras semanas de embarazo las glándulas mamarias se multiplican, los vasos sanguíneos se dilatan y el pecho aumenta considerablemente volumen. La areola también se modifica, sus glándulas aumentan de tamaño y segregan una sustancia con efecto relajante y antiséptico que mantiene el pezón en un correcto estado: protegido y lubricado.
El pecho se transforma para prepararse para amamantar al futuro bebé. Alrededor de la semana 14 de gestación los alveolos mamarios empiezan a producir el calostro. La subida de la leche en un parto muy prematuro se podría dar entre la semana 20 y 21.
El calostro es una sustancia producida por las glándulas mamarias durante el embarazo y los primeros días después del parto. Tiene un aspecto viscoso y es de color amarillo claro. Es muy rico en proteínas y anticuerpos para satisfacer las necesidades nutritivas del recién nacido.
Aunque no tengamos que preparar el pecho, es conveniente tener claro lo que conlleva la lactancia materna. Resolver las dudas y tener la máxima información posible sobre las tomas, los ritmos, las posiciones… En ocasiones puede darse alguna complicación para que el recién nacido se enganche correctamente y se produzca la lactancia natural, cómoda y sin dolor.
Hoy en día existen muchos grupos de apoyo a la lactancia materna o crianza natural formados por madres expertas y profesionales dedicados a ayudarte, resolver dudas y problemas que te puedan ir surgiendo, tanto al principio como a lo largo de la lactancia. Además, suelen dar charlas informativas a grupos de mujeres antes de dar a luz para que tengan una idea de cómo será el proceso y no les coja desprevenidas cuando tenga a su bebé en los brazos.