Nuestro peludo y nuestro bebé

Los meses previos a la llegada del bebé hay muchas tareas por hacer, entre ellas preparar a nuestros compañeros peludos para la nueva situación. Si para nosotros como futuros padres la vida no será igual y experimentaremos un gran número de cambios, para ellos que no han formado parte de la decisión y nadie les ha pedido su opinión el cambio será mucho más.

Habrá cosas que no entiendan, ciertas rutinas y “permisos” como: las horas de paseo, poder subirse a cualquier sofá de la casa o que haya otra persona en casa que también requiere nuestra atención, pueden hacer que nuestro peludo reaccione de una forma no deseada.

Tucho frenchie

En nuestra casa ahora mismo somos tres. Para muchas personas tener un perro, gato o cualquier otro animal en casa es simplemente tener una mascota. Me parece muy bien, pero para nosotros Tucho, nuestro pequeño y mimoso bulldog francés, es parte de nuestra familia. Vive con nosotros, a todas partes que vamos lo llevamos e intentamos buscar sitios que podamos ir juntos sin necesidad de dejarlo en casa solo. A mí no me gustaría que por ser mujer, o gordita o… me impidieran la entrada en algún sitio, así que luchamos para conseguir que cada día haya más sitios que permitan la entrada a perros, bien educados y respetuosos.

Últimamente me estoy convirtiendo en una mujer muy previsora, serán los años, la maternidad, no lo sé. Hace ya algún tiempo le comentamos a nuestro veterinario que íbamos a ser papás y qué deberíamos hacer para que todo saliera lo mejor posible.

Como él ya nos conoce desde hace bastante tiempo sabe como tratamos y cuidamos a Tucho. Nos dio unos consejos sobre como actuar ante la llegada del nuevo miembro a la familia. De todas formas si viéramos que con estas sencillas pautas no marcha todo bien, nos facilitó el contacto de un muy buen educador canino en nuestra ciudad por si necesitásemos una ayuda extra.

Recomendaciones sobre educación canina y bebés 1

A continuación os dejo algunas recomendaciones muy útiles para cuando estéis en nuestra misma situación. Familia tranquila, familia feliz!!

Consejos para la llegada del bebé a una casa con perros

El estado anímico del perro determinará si es necesario la ayuda de un educador canino o no. Si ya antes de la presencia del bebé muestra comportamientos negativos o presenta algún tipo de problema, es hora de empezar a poner solución.

Tenemos que tener en cuanta los hábitos y rutinas del can que posiblemente se vean alteradas por las nuevas circunstancias. Siendo previsores y aprovechando los meses del embarazo para ir modificando sus costumbres, podemos estar tranquilos porque una vez nazca el bebé y lo llevemos para casa no tendremos problema ninguno.

Un aspecto muy importante que hay que trabajar es la independencia del can. Tiene que aprender a estar solo en otra habitación, para que nosotros podamos atender las necesidades del nuevo miembro de la familia. El perro no debe de verlo como un castigo, si no como una actividad normalizada dentro del día a día del hogar y que le resulte agradable. El refuerzo positivo será nuestro aliado en esta tarea, ya que de esta manera no lo percibirá como un castigo. sino más bien como un premio.

Dejar que el perro huela lo que llevamos en la mano, sean bolsas con comida, ropa, el periódico… esto evitará que se impaciente y nos salte, excitándose demasiado e interiorizará el acto para cuando tengamos al bebé en brazos.

Recomendaciones educación canina y bebés 2

Los propios padres debemos de mantener la calma. Sí habrá cosas que le pasen a nuestro pequeño que nos superarán, que no sepamos resolver solos o que nos asustarán, pero lo más importante es mantener la calma. Una, por nosotros mismos y otra porque nuestro peludo no sabrá lo que pasa, se contagiará de nuestro nerviosismo y podrá reaccionare una forma desafortunada.

El sentido común tendrá que ser nuestra máxima a la hora de marcar las pautas entre los dos nuevos amigos. No dejar al perro solo con el niño sin supervisión es otro de los principios básicos para la buena convivencia y que ésta termine convirtiendo a los dos en amigos para toda la vida.

Después de estas sugerencias solo me queda haceros la última recomendación: tened paciencia, no os rindáis, nuestros canes nos quieren y nos adoran, son nuestra familia y por nada del mundo harían nada por perjudicarnos.

¡¡¡Mi perro también es mi familia!!!

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