En esta semana se produce un avance muy significativo en la maduración del sistema nervioso del feto.
El bebé ya pesa kilo y medio y mide 39 centímetros aproximadamente.
Sus pulmones practican ejercicios respiratorios a medida que maduran poco a poco. Aunque tú no lo notes, tu bebé tiene hipo casi todos los días.
Hace unas semanas comentábamos que estaba desarrollando el gusto y el olfato a través del líquido amniótico. Pues bien, a partir de esta semana podrá diferenciar entre sabores dulces y salados.
Otro de los sentidos que se van agudizando es el sentido del oído; el bebé es capaz de distinguir los sonidos graves, la voz del padre, el latido del corazón de su madre. El futuro papá podrá comunicarse con su bebé, hablándole a la barriga de la mamá.
El bebé acumula hierro, calcio y fósforo para fortalecer sus huesos, cada día son más firmes y resistentes.
Cambios en la madre en la semana 30 de embarazo
Quedan 10 semanas hasta el fin del embarazo y el bebé comienza a colocarse para el parto, aunque puede volverse a girar. La posición que adopta es cabeza abajo, poco a poco se va encajando en el cuello del útero y podrás sentir alguna molestia en esa zona.
Procura beber mucha agua e hidratar muy bien la piel. Debido al aumento de volumen de tu barriga la piel en esta etapa está muy tirante lo que puede provocarte algunos picores.
Cada vez el bebé es más grande y tiene menos espacio para moverse con libertad, sus patadas son más fuertes cada día y te pueden provocar alguna molestia en las costillas o en el estómago.
A partir de esta semana se aumentarán las visitas al ginecólogo y a la matrona.
Intenta estar relajada, dejar a un lado los apuros del día a día y descansar.
