Semana 34 de embarazo

La semana 34 da fin al séptimo mes de embarazo, sólo quedan dos meses para poder ver la carita de tu bebé.

Esta semana y las restantes  son muy importantes, ya que en ellas el bebé seguirá cogiendo peso y sus órganos continuarán madurando para la vida extrauterina.

El bebé pesa alrededor de 2,2 kilos y mide cerca de 46 centímetros.

A partir de esta semana muchos bebé empiezan a perder el lanugo, éste es el vello corporal muy fino, que crece como aislante de la piel por razón de ausencia de grasa. Por lo general crece densamente en lugares del cuerpo en la que normalmente no crece cantidades suficientes de pelo. El lanugo está presente en los fetos como parte normal de su desarrollo durante el embarazo y se pierde aproximadamente a las 40 semanas de edad gestacional).

Llegados a este punto las probabilidades de sobrevivir a un parto prematuro aumentan hasta un 99% y también las posibilidades de no padecer ninguna secuela por ello.

aumento de la probabilidad de sobrevivir a una parto prematuro

La vérnix caseosa que lo recubre desde hace semanas se hace cada vez más densa, facilitando el trabajo de parto.

Su esqueleto es cada vez más resistente, sus huesos por ahora son bastante flexibles lo que facilita el expulsivo del bebé en el parto. Los huesos de la cabeza no se cerrarán por completo hasta pasados meses después del nacimiento. Hay bebés que nacen con la cabeza achatada o alargada, esto es debido a la presión que sufren los huesos de la cabeza en el canal de parto. Gracias a esta flexibilidad, en cuestión de días recuperan su forma. También influye si se ha utilizado instrumental en el expulsivo o no.

Cada vez son mayores los momentos de actividad que los que el bebé dedica a dormir y sus movimientos más fuertes, ya que le espacio en el útero disminuye a medida que el bebé crece y se hace más fuerte.

Sus pulmones siguen madurando y fortaleciéndose poco a poco.

Cambios en la madre en la semana 34 de embarazo

En las semanas anteriores hemos comentado que hay algunas futuras mamás que sienten alguna contracción. Se denominan contracciones de Braxton Hicks, no suelen tener mayor importancia. Estas contracciones preparan al útero para el trabajo de parto.

Debido al peso de la barriga, y a la posición cefálica del bebé, notarás presión en la zona de la pelvis, ahora mismo tus huesos de la pelvis soportan el peso del útero, el cual presiona los nervios y tendones además de la vejiga, aumentando las ganas de orinar y provocando una sensación de tirantez y dolor en tu zona pélvica.

debes bajar el ritmo per sin dejar de realizar algún tipo de ejercicio.

Al realizar ciertos movimientos, como el agacharte, levantarte o girar la cabeza es posible que te marees, evita los movimientos bruscos.

Come poco y varias veces al día, ya que las digestiones son lentas y pesadas. De este modo también reducirás los ardores de estómago y la acidez.

En la medida en que te sea posible, continúa practicando algo de ejercicio, bien sea, nadar, caminar, algún deporte suave… te ayudará a llevar mejor las semanas que faltan y también durante el parto.

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