El sábado 7 de noviembre cumplíamos las 40 semanas de embarazo y por lo tanto salíamos de cuentas. En cualquier momento ya me podía poner de parto. Pasó toda la semana y el viernes 13 tenía revisión, me hicieron una eco y me pusieron los monitores. En ellos no se detectaba ninguna contracción, tanto el bebé como yo estábamos perfectamente y no corríamos ningún riesgo, fue por ello que las ginecólogas decidieron darme un margen de dos días más para ver si por mí sola me ponía de parto, y si no, el lunes 16 ingresaría en el hospital para que me lo indujesen. Y así fue, pasó el fin de semana y no había traza de que me fuera a poner de parto, así que a las 8:30 del lunes 16 ingresé.
Fue un parto duro y muy largo, pero después de 41 semanas y 3 días, a las 14:46 del martes 17 de noviembre pudimos ponerle cara a nuestra pequeña monstruita, una pequeña niña de unos 3.430 g. de peso y 50 cm. de largo que en ese mismo momento nos había cambiado la vida por completo. Nuestras prioridades, nuestras expectativas o nuestras ideas habían cambiado en el momento en que nuestra pequeña monstruita dejó de ser la pequeña monstruita y se convirtió en Emma, nuestra hija. Todo había cambiado. Ahora somos padres.
15 maravillosos días como madre primeriza
Hace ya 15 días y aún no encuentro las palabras para poder explicar la inmensa felicidad que siento por dentro. Yo creía que todas esas madres que hablan de que el amor de su vida son sus hijos, o que darían la vida por ellos eran un poco empalagosas, que no sería para tanto, que eran un poco ñoñas pero… la equivocada era yo. No hay nada comparable al hecho de ser madre. Da igual lo feliz que hayas sido, lo bien que hayas vivido o las cosas tan maravillosas que te hayan pasado. Nada, nada supera al hecho de ser madre. Las cosas las relativizas, lo que ayer te quitaba el sueño y te preocupaba hoy, te parece menos importante porque lo realmente importante es esa pequeña personita que sin querer ha pasado a ser lo más importante de tu vida.
Hay momentos en que se entremezclan un cúmulo de sentimientos encontrados. Por un lado estoy súper feliz y pienso que va a ser todo maravilloso, que voy a ser una madre genial y por otro lado el miedo a no hacerlo bien o a fracasar me hace darle vueltas a mil cosas que de momento no corren tanta prisa. Prefiero quedarme con la parte positiva, porque para preocuparme y pasar noches sin dormir ya tendré tiempo.
Haces bien en quedarte con lo positivo, ya eres una mamá genial!! Emma tiene mucha suerte :).
Muchas gracias!!! En eso estamos los dos!! Ser buenos padres!!!