La semana 13 de embarazo da comienzo al segundo trimestre de gestación. En ella se produce un aumento significativo de líquido amniótico, lo que facilita al feto el movimiento dentro del útero, aunque de momento sea muy pronto para notar sus movimientos.
El feto podrá llevar su pulgar a la boca aunque todavía no lo pueda chupar.
Durante este trimestre la proporción entre la cabeza y el resto del cuerpo se irá igualando, ya que la cabeza sigue siendo de un tamaño proporcionalmente más grande que el resto del cuerpo. El crecimiento del feto sigue siendo muy rápido. En esta semana el bebé pesa alrededor de 20-25 gramos y mide aproximadamente unos 8 centímetros.
El páncreas comienza a producir insulina, las vellosidades intestinales se van formando, además los intestinos ya están dentro del cuerpo del feto y no en el cordón umbilical. El cerebro sigue estructurándose y organizando, los dos hemisferios cerebrales ya se pueden identificar claramente así como otras áreas del pensamiento.
A partir de esta semana el bebé empezará a desarrollar los sentidos, lo que le facilitará la adaptación al medio una vez nazca.
La piel del feto, aunque sigue siendo muy transparente, empieza a acumular grasa por dejado lo que nos impedirá ver a través de ella. En cuanto a los huesos poco a poco irán aumentando su densidad.
Cambios en la madre en la semana 13 de embarazo
A partir de esta semana seguramente la madre empiece a sentirse con más energía y vitalidad, ya que las molestias del primer trimestre ya habrán desaparecido o remitieron considerablemente.
Los órganos se están desplazando para dejar espacio al útero, lo que puede se un poco incómodo al respirar o en las comidas. Las prendas de ropa más holgadas serán unas grandes aliadas en los meses futuros, ya que la madre se sentirá más cómoda que con otras prendas más ajustada.